Los fanáticos de Clint Eastwood y del spaghetti western reconocerán en «El Bueno, el Feo y el Malo» uno de los grandes títulos de este género. Es más, aunque nunca hayas visto la película, seguro que su banda sonora haya llegado a tus oídos una y cien veces. Por si no conoces de qué va la película, vamos a intentar resumirte brevemente el argumento:

En el suroeste de EEUU, durante la Guerra Civil Norteamericana, un misterioso pistolero, interpretado por Clint Eastwood, y un forajido mexicano, interpretado por Eli Wallach forman una extraña sociedad de timadores. Este peculiar dúo pelea con un asesino, interpretado por Lee Van Cleef, por una caja que alberga 200.000 dólares, la cual fue escondida en un cementerio. Dado que ninguno puede encontrar la tumba donde está el botín sin la ayuda de los otros dos, los tres hombres deben colaborar, pese a odiarse.”

Después de esta introducción, seguramente estarás preguntándote: “Pero ¿qué tiene que ver esta película con el marketing directo?” Vamos a explicártelo mientras intentamos eliminar de tu cabeza la musiquilla de la banda sonora que, seguramente, ya se ha instalado en tu cerebro.

El Bueno: El foco en el marketing directo.

La orientación es buena (algunos dirían que excelente) porque hace que el marketing sea más efectivo en todos los canales, especialmente cuando el primer punto de contacto en una campaña de adquisición es el correo directo. La focalización mejora dramáticamente las posibilidades de que un consumidor tome la acción deseada. Estas posibilidades mejoran cuando la segmentación se utiliza en un enfoque integrado en todos los canales (también conocido como omnicanalidad).

El consumidor de hoy espera y desea una relación omnicanal con las marcas. Cuando la experiencia omnicanal se ejecuta correctamente, su suma será mayor que acciones individuales realizadas por diferentes canales de manera individualizada. Esto es lo bueno, o lo mejor de todo, cómo prefieras: los consumidores se involucran mucho más cuando pueden hallar respuestas a sus necesidades en todos los canales de comunicación de nuestra marca.

El Malo: La orientación en el marketing directo.

Desafortunadamente, la orientación también puede ser mala y, en algunos casos, muy mala. Si la recopilación de datos es defectuosa, la orientación se vuelve incorrecta y será perjudicial para el éxito de nuestra campaña. Cuando el consumidor considera que la oferta o los mensajes son agresivos (o peor aún, los considera un continuo SPAM que invade su privacidad), la acciones no serán nada positivas para nuestra marca: huida hacia otra marca de la competencia, convertirse en detractor de nuestra marca, pérdida de confianza en nuestros valores y veracidad…

El Feo: La invasión de la privacidad de nuestros consumidores.

Siguiendo esta analogía, F e o  es una palabra que podemos ver reflejada en el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) La Ley General de Protección de Datos se hizo realidad cuando un consumidor sintió que su privacidad estaba siendo invadida y tenía los medios financieros y las conexiones legislativas para demostrar su determinación.

Se aconseja a los especialistas en marketing directo que dejen de hablar sobre la focalización porque esta tiene connotaciones feas para los consumidores; estos no quieren que los especialistas en marketing decidan lo que «deben ver«; sino que quieren que se les dé la opción de poder decidir ¡Necesitan que se les considere compradores inteligentes con un poder (casi) total de decisión en todas las fases de la venta!

Y ahora, volviendo a la introducción del artículo ¿qué crees que haría Clint Eastwood para resolver esto? Seguro que aplicaría las mejores y más lucrativas prácticas para trabajar con asociaciones estratégicas y tácticas que aseguren la protección de los consumidores y preserven las oportunidades para que las marcas y los vendedores accedan y compartan datos de sus consumidores. Al igual que el tesoro enterrado en la película, el marketing directo efectivo es una olla de oro por la que vale la pena unir fuerzas y trabajar juntos para encontrarla.

En esta asociación no nos importa ser El Feo, o actuar como El Malo de la película a la hora de no dorar la píldora a propuestas o ideas que no vemos enfocadas a garantizar el éxito de tus campañas. Nuestra misión en esta asociación es la de ayudarte a encontrar ese tesoro ya que, para nosotros ¡Tú y tu marca sois El Bueno! Por este motivo no dudes en contactar con nosotros si deseas que hagamos girar tu mundo… y te ayudemos a galopar hacia tus objetivos comerciales y corporativos.